3ª Cursa 10 Km. La Pineda- Platja. 9/2/2014

Ya ni me acordaba de lo que era colgarse un dorsal.....Desde la maratón por relevos de Santes Creus, cita obligada para todo Francoli que se precie y que corrí cumpliendo el expediente,  la cosa se torció.

Y se torció sobretodo mi tobillo en el Pont del Diable, que viene a ser como Eldoret para cualquier corredor de la zona. En un camino me dejé los ligamentos del tobillo, media zapatilla Asics y las ilusiones de hacer una buena mitja de Tarragona.
Suerte de un buen samaritano residente en la urbanización Rodolat del Moro (gracias si lees esto!!), que me acercó a casa en coche a casa con el tobillo más hinchado que el currículum de Pilar Rahola y zapatilla en mano sin ser de la CUP. Loser de Beck sonaba en mis oídos.

Esguince en el tobillo derecho, el cual ya tenia operado de ligamentos de mi época de tuercebotas. Y con algún otro esguince a sus espaldas, como uno a lo baturro en las fiestas del Pilar, sin evento deportivo como excusa, pero alcohol como atenuante.
Dos meses casi de recuperación y el ansia viva de querer volver desoyendo a los médicos, otra torcedura. Como me dijo el ácido Jorge de Andrés, me estaba convirtiendo sin duda en la reencarnación de Carlos Sainz con medias compresivas y zapatillas  drop 8mm.

Una época sin plantearme carreras, solo rodando por asfalto y haciendo de pomponero de los éxitos de mis compañeros francolinianos y del resto de amigos/atletas/psicólogos.
 Poco a poco hemos recobrado las ganas, perdido los tres kilos que gané y disfrutando de esas series quieroynopuedo.

Y llegó el dia 9 de Febrero. 10000 de La Pineda. Sin afeitar, piernas sin depilar porque no se lo merecen y unos tiempos en las series que aconsejaban pasar la mañana del domingo comiendo chocolate con churros. Buen dia para correr, sin viento. Ni las excusas se aliaban.
Óscar, Pitu y yo del C.A. Francolí hacemos un calentamiento suave, soltamos la habitual retahíla de excusas habituales a la carta de cualquier runner, y a correr.

Salida rápida como es costumbre. Pitu con la idea de romper la barrera de los 40 minutos. Óscar y yo, planteamos pasar la primera vuelta sobre 17:45. Pasamos el primer kilómetro, y nos encontramos los dos tirando de un grupo de cuatro o cinco rémoras. Por delante ya se van la gran cantidad de cracks a velocidad de crucero: Queralt, Btaimi. Mohssen, Vieito, Guiamet............

En el kilómetro 3,5 la cosa no cambiaba. Me miro el dorsal, no sea que por error me haya colgado uno de pacer, pero veo que no. Le digo a Óscar: "a éstos les estamos haciendo la carrera".
Óscar se abre hacia un lado, para que también ellos puedan disfrutar de la brisa marina y de paso aparezcan en alguna foto y puedan enseñarlas en casa.
Pasamos la primera vuelta sobre 17:40 según lo marcado y ya hemos dejado al resto del grupo. Vemos a pocos metros a Javier Jaimes, y vamos a por él. Lo alcanzamos, pero no anda muy fino y se queda atrás.

A punto de llegar al kilómetro 6, el ritmo de Óscar ya se me empieza a hacer muy duro. Y le noto que va reservando. Le digo que tiré y se vaya a buscar a los que tenemos por delante. Hizo una segunda vuelta increíble, remontando varias posiciones y acabando en 35:12.
Mis últimos kilómetros fueron intentando mantener el ritmo alrededor de 3:35. A estas alturas a ese ritmo voy bastante cómodo, pero noto ese punch que te hace correr por debajo de 3.30. La solución, entreno y más entreno.
Acabo en 35:54, más o menos lo esperado. Pero atentos, que el abuelo está de vuelta.

Pitu se quedó a escasos 12 segundos de bajar de 40 minutos. La próxima carrera lo consigue seguro.

 

 

Y mención especial para dos personas: mi hermano Iñigo, que ya se pega los 10000 a ritmos de 3.50 sin despeinarse mucho. Y mi mujer Silvia, que supongo que harta de  recoger mis zapatillas por la casa y soportar mi pasión, lleva un par de meses entrenando. Y en La Pineda ya bajo de 30 minutos en los 5km. A seguir!!


                                                                                                            By Peio